WebRTC, Pandemia y Teletrabajo… ¿nuevo paradigma empresarial?
Hay ocasiones en las que podemos pensar que estamos en medio de una película de ciencia ficción cuando, en apenas 5 años hemos pasado de hablar por teléfono como una de las formas de comunicación más habituales, a tener reuniones por videoconferencia varias veces por semana con 5, 10 o incluso 20 personas de forma simultánea en un mosaico de pantalla donde poder ver a todos los participantes. ¿y qué ha ocasionado este cambio? Una pandemia… ¿realmente no os parece que es cosa de ciencia ficción?
Lo cierto es que la pandemia no ha ocasionado nada… la tecnología estaba ahí, sólo que el miedo por avanzar, por probar cosas nuevas, por no cambiar la forma en la que hacemos las cosas hace que no nos atrevamos a dar el salto y probar cosas que realmente podrían potenciar mucho más las comunicaciones. Ha sido necesaria una pandemia, una obligación de quedarse en casa, de trabajar en remoto, la necesidad de hacer una reunión pero sin poder desplazarnos a unas instalaciones, las que hace que esta tecnología se convierta de «algo experimental» a «algo obligatorio», y han sido las empresas que apostaron por ellas desde un principio las grandes beneficiadas:
Microsoft (con su Microsoft Teams), Zoom, 8×8 (con su Jitsi Meet), Google (con su Hangout, y ahora Meet) y otros servicios más personales como Whatsapp, Apple (con su FaceTime) o Amazon (con su Alexa) las que realmente han visto como sus cuentas de resultados han aumentado gracias a estos servicios, su popularidad se ha disparado y hoy día no hay empresa que no cuente con un servicio de videoconferencia propio para reuniones con proveedores o clientes.
WebRTC puede no ser la panacea, pero ha conseguido ser el sistema más popular de comunicaciones gracias a la necesidad de una comunicación rápida, eficaz, seguro, adaptable al ancho de banda de los usuarios, compatible con cualquier dispositivo (escritorio, tablet, móvil, etc.)
No obstante, a medida que la pandemia parece normalizarse y empiezan a llegar las vacunas, muchas empresas parecen haber vuelto a su antigua forma de trabajar.
En esta gráfica de Google Trends sobre las búsquedas acerca del término «webrtc» se puede ver cómo a mediados de abril de 2020 (cuando la pandemia empezó a extenderse por todo el mundo) las búsquedas sobre esta forma de comunicarse se dispararon y durante varios meses mantuvo bastante el interés, pero con el tiempo vuelve a los niveles de los últimos años.
¿está todo dicho en cuanto esta forma de comunicarse?
¿ha sido el teletrabajo una moda pasajera y útil únicamente cuando los gobiernos obligaban al confinamiento?
¿se mantendrán las videoconferencias como un sustituto de las reuniones presenciales?
¿volveremos a las oficinas pese a que el teletrabajo ha demostrado su utilidad?
Son muchas las preguntas que nos hacemos, cada uno tiene sus respuestas y me gustaría conocer vuestra opinión, por lo que os animo a que las escribáis en los comentarios, o en nuestro canal de telegram.
En mi opinión, y por los casos que conozco, creo que el teletrabajo y las comunicaciones vía mensajería, videoconferencia y/o VoIP han venido para quedarse en un gran número de empresas. Muchas se han visto obligadas a teletrabajar y han visto como su productividad no se ha visto mermada pero, en cambio, han aumentado sus beneficios personales. Por otro lado, que las empresas abran las puertas a trabajadores remotos les permite contratar a personas de otras provincias, comunidades y países que, de otra forma no podrían, y conseguirán talento que no podrían conseguir si únicamente contratan a personas que residan cerca de sus oficinas.
Por lo tanto, y desde este punto de vista, habrían dos tipos de empresas:
– Las que se adapten y consigan una metodología de trabajo que permita sacar el máximo provecho a sus trabajadores sin importar dónde trabajen, y de esta manera podrán contratar a personas de cualquier lugar.
– Las que no se adapten y vuelvan a la forma presencial de trabajar. Sólo podrán contratar a aquellas personas que vivan cerca de sus oficinas o acepten trasladarse a las grandes ciudades, con lo que sus posibilidades de personal nuevo y que les traiga ideas y conocimiento fresco estarán limitadas a su posición geográfica y a la oferta disponible.
Por supuesto, no todas las empresas pueden teletrabajar, pero las que sí pueden, gracias a la VoIP, las nuevas tecnologías y a las herramientas compartidas y distribuidas en la nube, tienen todo lo necesario para aprovechar esta oportunidad y dar con una forma de trabajar atractiva que atraiga al talento tanto si están en la gran ciudad, como si están en la España vaciada.
Esto lo extraigo de varias conversaciones con algunos amigos que me comentaban algunos ejemplos de sus nuevas empresas:
- Un amigo empezó en su empresa (internacional) a los pocos días de comenzar la pandemia, así que fue a la oficina su primer día, le dieron su portátil y a casa a trabajar: Formación a distancia, reuniones por videoconferencia y reunión presencial de equipo una vez al mes en la oficina. En este caso, la oficina ha quedado como un lugar donde poder reunirse presencialmente para tratar aquellos temas de una forma más dinámica e interactiva.
- Una prometedora startup (nacional), tienen una política de trabajo en remoto parcial, en la que 3 días trabajan en casa y 2 días trabajan en la oficina para acercar posturas y ponerse al día con lo que han hecho durante la semana. La oficina cuenta con espacio suficiente por si alguien prefiere trabajar allí cualquier día, pero hay libertad para ir los días que necesite o cuando concreten alguna reunión de equipo.
- Otra gran empresa (nacional) en la que todos trabajan remotamente, sólo una reunión de equipo al mes presencialmente a otra provincia, por lo que una vez al mes debe viajar y ver a sus compañeros.
- Por último, otra empresa conocida (nacional) ha dividido al personal de la empresa en dos grupos equivalentes que se turnan para trabajar en la oficina. De esta manera mezclan esa mecánica de trabajo remoto y la del trabajo en la oficina haciendo poco a poco que el trabajar en remoto sea algo habitual y aprovechan lo bueno de ambos entornos.
Estos sólo son algunos ejemplos de empresas (grandes, medianas y pequeñas) que han optado por el teletrabajo de una manera u otra y están contratando personal, lo que entiendo que les va bien y están creciendo pese a esta época convulsa.
¿y tú? ¿conoces algún caso interesante de teletrabajo?